Sanar con agua

• Se estima que diariamente precisamos 3,5 centilitros de agua por Kilo: Ingesta diaria = 3,5 x Peso.
Por ejemplo, una persona de 70 Kg. necesita unos 2’5 litros. Si las condiciones climáticas, de edad o actividad física aumentan la necesidad de ingesta, hay que escuchar al cuerpo y darle más.

• El agua óptima ha de ser pura, baja en minerales, sin clorar ni mezclar con alcohol, zumos, infusiones, caldos, agua de los alimentos, etc.

• La dosis de agua para un adulto es un vaso de agua de 25cl. en cada toma.

• Beber 1 vaso cada 2 horas hasta completar la ingesta diaria de agua.

• Beber el primer ½ litro (2 vasos) al principio del día, media hora antes del desayuno.

• Las tomas han de separarse de las comidas y otras bebidas. Tras beber un vaso, esperar ½ h. antes de comer o beber otra cosa. Tras la comida, esperar 2 h. hasta el siguiente vaso, o ½ h. si es fruta.

• No beba al comer. Mastique, ensalive bien y saboree. Bebiendo un vaso ½ h. antes de la comida, tendrá suficiente hidratación y no lo necesitará.

• Recomendamos añadir de 2 a 3g. diarios de sal marina completa al agua, en el vaso de ½ h. antes de las principales comidas (aporta minerales e hidrata).

• Los efectos de este tratamiento se pueden sentir a partir de los quince días, si bien es aconsejable alcanzar las tres semanas para consolidar esta sana costumbre y mantenerla por un mínimo de cuarenta días, hasta lograr la mejoría total de la salud. Personalmente hemos podido constatar en nosotros mismos, familiares, clientes y amigos lo que millones de personas en todo el mundo han conseguido: reducir o eliminar dolor y fatiga e incrementar las capacidades físicas y cognitivas.