¿Te has preguntado qué puedes hacer con las cenizas resultantes de tu chimenea o estufa de leña? Aquí tienes algunas opciones.
1. Neutraliza olores en mascotas. Frotar un puñado sobre su pelaje neutraliza el olor persistente.
2. Oculta manchas en la pavimentación. Al rociar las cenizas directamente sobre el terreno.
3. Enriquece el compost. Antes de que el compuesto orgánico se aplique al suelo, mejora sus nutrientes esparciendo un poco de ceniza. Agregando demasiado, sin embargo, se puede arruinar la mezcla robándole nitrógeno al abono.
4. Bloquea las plagas del jardín. Extendidas uniformemente alrededor de las jardineras, las cenizas repelen las babosas y los caracoles.
5. Derrite el hielo. Añade tracción y deshiela sin perjudicar la tierra o el hormigón.
6. Control de algas en estanques. Una cucharada por cada 3800 litros añade suficiente potasio para fortalecer otras plantas acuáticas que compiten con las algas, ralentizando su crecimiento.
7. Acelera crecimiento de los tomates. Para las plantas que necesitan calcio, colocar 1/4 de taza en el hoyo practicado para plantar.
8. Limpia las puertas de cristal de la chimenea. Una esponja húmeda con ceniza elimina los residuos de hollín.
9. Hacer jabón. Remojar las cenizas en agua produce lejía que se puede mezclar con grasa animal y luego se hierve para producir jabón. La sal hace que se endurezca mientras se enfría.
10. Abrillanta plata. Una pasta de ceniza y agua es un buen pulidor de metales tóxicos.
Consejos y advertencias.
– Espera hasta que las cenizas estén completamente frías antes de esparcirlas por el jardín.
– Las cenizas de madera elevan el pH o la alcalinidad de los suelos, por lo que no la uses si el pH de tu suelo es superior a 7,0.
– No esparzas las cenizas cuando haya viento.
– No dejes un recipiente de cenizas bajo la lluvia o los nutrientes se filtrarán donde se asienta el recipiente.
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